La presión sobre el dólar volvió a intensificarse este viernes, con una suba generalizada en todos los segmentos del mercado cambiario. El tipo de cambio oficial registró su mayor avance diario en casi seis semanas y los dólares financieros superaron los $1.500, pese a una nueva intervención del Departamento del Tesoro de los Estados Unidos, que no logró contener la demanda de cobertura preelectoral.
El dólar mayorista cerró a $1.450, un incremento de $48 (+3,5%) respecto del jueves, tras haber alcanzado un máximo intradiario de $1.475. En el mercado señalaron que “bancos que operan ventas del Tesoro americano salieron a vender al cierre” y consiguieron retroceder el precio en unos $25. Con este movimiento, el tipo de cambio quedó a solo 2,7% del techo de la banda de flotación ($1.489,1), mientras que el volumen operado se ubicó en torno a los u$s724 millones.
En el Banco de la Nación Argentina, el billete subió $50 y cerró a $1.475, mientras que el promedio del Banco Central ubicó el tipo de cambio minorista en $1.491,20.
Los dólares financieros acompañaron la tendencia: el MEP escaló 4,6% hasta los $1.541,49 y el Contado con Liquidación (CCL) avanzó 3,5% hasta los $1.543,69. En tanto, el dólar informal o “blue” se ubicó en $1.485 y el dólar cripto alcanzó los $1.515, según datos de Bitso.
Durante la mañana, el embajador estadounidense en la Argentina, Peter Lamelas, anticipó que “pronto habrá grandes noticias que fortalecerán la alianza económica entre ambos países”. Sin embargo, en la plaza financiera las expectativas se mantienen moderadas.
La intervención norteamericana y la tensión local
Según operadores, el Tesoro estadounidense habría intervenido tanto en el mercado oficial como en el CCL, comprando pesos por el equivalente a unos u$s160 millones. En tres ruedas, las ventas acumuladas se estiman en torno a u$s500 millones.
El titular del Tesoro, Scott Bessent, confirmó además que Washington busca estabilizar el mercado cambiario argentino en la antesala electoral. “Siguen llegando múltiples tuits de Bessent con anuncios, pero ya no generan las mismas reacciones positivas que antes”, observó el economista Gustavo Ber, quien señaló que el mercado “espera conocer los detalles del paquete de asistencia completo”.
Expectativa por el 26 de octubre
Con el foco puesto en las elecciones legislativas del próximo 26 de octubre, la incertidumbre domina el panorama financiero. “Todos se cubren por las elecciones. Mucha incertidumbre”, resumió Santiago López Alfaro, socio de Delphos Investment. Si bien consideró que “la ayuda americana permite no perder reservas”, advirtió que “nadie se confía”.
Por su parte, Ber sostuvo que los operadores perciben que las intervenciones oficiales solo logran “morigerar la dinámica alcista” y que “recién después del 26-O podría configurarse un escenario político y económico más claro”.
El día después
Desde el Grupo SBS señalaron que lo decisivo no será únicamente el régimen cambiario que adopte el gobierno tras las elecciones, sino su capacidad para acumular reservas genuinas. “Ese es el factor crucial para reducir el riesgo país y recuperar el acceso al crédito en dólares”, explicó Juan Manuel Franco, economista jefe de la firma.
Franco subrayó que “el resultado electoral y la interpretación del mercado sobre el mismo serán determinantes”, dado que influirán en la demanda de pesos y bonos. En su análisis, el economista apuntó que “las tasas reales deberán caer para apuntalar la economía post elecciones”, siempre y cuando el próximo esquema económico logre estabilizar la situación cambiaria.
