La nueva conducción de la CGT recibió este lunes a Sergio Massa en la sede de FATSA (Sanidad) con un objetivo central: definir una estrategia para frenar la reforma laboral que impulsa el presidente Javier Milei sin el consenso del sindicalismo. Durante la cena, que terminó con todos siguiendo el partido Tigre–Racing, los dirigentes cegetistas pidieron al ex candidato presidencial del Partido Justicialista su ayuda para articular posiciones dentro del Congreso.
Massa, acompañado por el diputado nacional electo Guillermo Michel, ofreció su análisis sobre los cambios en el mercado laboral y desafió a la central obrera a involucrarse plenamente en el debate. “Hoy, donde la robótica y la Inteligencia Artificial están cambiando el trabajo y la mitad de la Población Económicamente Activa está en la informalidad, la CGT tiene que asumir la responsabilidad de dar el debate sobre este tema”, sostuvo.
“La mitad de la población hoy no está alcanzada por lo que ustedes representan. Es como que la mitad de los autos de la Capital no supieran que el rojo en el semáforo es parar… Es un problema”, advirtió Massa, en una crítica directa al alcance actual del modelo sindical.
Los sindicalistas informaron que presentarán en el Congreso una propuesta laboral propia, que incluirá también una reforma impositiva. Además, valoraron la contribución política que Massa y Michel puedan ofrecer desde el peronismo para enfrentar el paquete laboral del oficialismo.
De todos modos, los dirigentes confirmaron que aún esperan un llamado del Gobierno para discutir algunos puntos del proyecto que será enviado al Congreso el 9 de diciembre, en la antesala de las sesiones extraordinarias. Pese a esa expectativa, crece la inquietud porque el oficialismo mantiene sin cambios los artículos más duros impulsados por el ministro de Desregulación, Federico Sturzenegger, que según advierten pondrían en riesgo el poder de la central obrera.
A la comida asistieron los cotitulares de la CGT Octavio Argüello (Camioneros), Jorge Sola (Seguros) y Cristian Jerónimo (Empleados del Vidrio); además del anfitrión Héctor Daer (Sanidad), Gerardo Martínez (UOCRA), Hugo Moyano (Camioneros), José Luis Lingeri (Obras Sanitarias), Guillermo Moser (Luz y Fuerza) y Pablo Flores (AFIP).
El encuentro se suma a una agenda de conversaciones que la CGT mantiene con diversos sectores políticos y empresariales, incluidas reuniones con gobernadores, diputados sindicales y referentes de pymes. La semana pasada, la central obrera recibió a Miguel Ángel Pichetto, Emilio Monzó y Nicolás Massot, del bloque Encuentro Federal, para analizar cómo bloquear la reforma laboral si el Gobierno decide avanzar sin acuerdos.
Mientras el oficialismo envía señales de que está dispuesto a negociar, la CGT advierte que el margen de maniobra es cada vez más acotado. Dos de sus principales dirigentes mantuvieron un encuentro reservado con el ministro del Interior Diego Santilli, quien reiteró la voluntad de diálogo. Un mensaje similar transmitió el asesor presidencial Santiago Caputo en una reunión con Gerardo Martínez, luego del último encuentro del Consejo de Mayo.
En la central obrera consideran que el escenario es crítico. Anticipan que diciembre será un mes de alta conflictividad, no solo si avanza la reforma laboral, sino también por el posible cierre de empresas y el aumento de despidos, factores que podrían tensar aún más la relación entre el Gobierno y el sindicalismo.
