El intercambio público entre el ministro del Interior, Diego Santilli, y el ministro de Gobierno bonaerense, Carlos Bianco, volvió a exponer la tensión política entre la Provincia de Buenos Aires y la administración nacional.
“Dale Carli, gracias! Tomo nota”, escribió Santilli en la red X en respuesta al pedido de reunión que Bianco había hecho público, en nombre del gobernador Axel Kicillof. El mensaje, de tono irónico, fue interpretado como una señal clara de que el vínculo entre ambos gobiernos seguirá marcado por la distancia.
Un ministerio con misión política
La llegada de Santilli al gabinete de Javier Milei tiene un objetivo definido: tejer acuerdos políticos que permitan al Gobierno avanzar en el Congreso con las reformas que proyecta tras las elecciones de medio término. Entre ellas, el Presupuesto 2026, la reforma impositiva, laboral y previsional.
Con una posición fortalecida tras el reciente resultado electoral, Milei busca apoyo entre los gobernadores aliados. En los últimos días, Santilli se reunió con los mandatarios de Chubut (Ignacio Torres), Córdoba (Martín Llaryora), San Juan (Marcelo Orrego) y Entre Ríos (Rogelio Frigerio).
Su agenda continuará con encuentros en Salta, Mendoza y Neuquén, mientras que los gobernadores peronistas —como Kicillof— permanecen fuera del radar del diálogo oficial.
“No escriban una cosa en redes y hagan otra en público”
El vínculo con el gobierno bonaerense, aseguran en el entorno del ministro del Interior, seguirá siendo tenso. Días atrás, Santilli había criticado públicamente a Kicillof, señalando que “quiere una reunión con el Presidente y votó todo en contra”.
“Al gobernador siempre que se lo convocó, se escondió y no vino. Quizás tiene que pedirle permiso a Cristina”, había afirmado en un programa televisivo.
En conferencia de prensa junto al gobernador entrerriano Rogelio Frigerio, Santilli reforzó su posición:
“Estoy citando a todos aquellos gobernadores que firmaron el Pacto de Mayo. La Provincia de Buenos Aires no participó, no adhirió al RIGI, ni a la ley de reiterancia, ni a la ley antimafias. No escriban una cosa por redes y hagan otra en público”.
Desde su entorno remarcaron además que la solicitud formal de una reunión debería provenir directamente del gobernador, y no de un ministro.
Kicillof acusa exclusión y reclama fondos
Por su parte, Axel Kicillof respondió desde un acto en el distrito de Azul, donde encabezó la entrega de patrulleros. “El gobierno de Milei dijo que iba a trabajar con los gobernadores, pero no convocó al de la Provincia de Buenos Aires”, sostuvo.
Y añadió: “Estamos hablando de más del 40% de la población argentina que no está representada en esa mesa. No es contra mí, es contra cada uno de los pueblos de la Provincia”.
El pedido de Bianco al Ministerio del Interior busca reactivar unas mil obras públicas paralizadas bajo jurisdicción nacional, además de reclamar la restitución de fondos federales que la provincia dejó de percibir desde diciembre de 2023.
En La Plata aseguran que la deuda con la provincia asciende a $12,9 billones, entre programas suspendidos y proyectos inconclusos.
Un vínculo que no despega
Tras las elecciones del 26 de octubre, cuando La Libertad Avanza mejoró en 14 puntos su desempeño respecto a los comicios provinciales y logró imponerse en territorio bonaerense, Bianco envió un mensaje a Santilli felicitándolo por el resultado.
La respuesta del nuevo ministro fue un emoji de pulgar arriba. Ninguna palabra más.
Ese gesto, mínimo pero elocuente, parece resumir el clima que domina la relación entre ambas administraciones. En la Casa Rosada y en La Plata coinciden en algo: el entendimiento político entre Milei y Kicillof luce, por ahora, improbable.
