La ministra de Seguridad de la Nación, Patricia Bullrich, presentó este domingo su renuncia formal al cargo, en lo que constituye su último acto al frente de la cartera antes del recambio que ya estaba previsto desde hace días. Su salida será efectiva a partir del 1° de diciembre de 2025, según la carta que envió al presidente Javier Milei y que ella misma difundió a través de un posteo en X.
Bullrich será sucedida por quien hasta ahora se desempeñaba como secretaria de Seguridad y virtual viceministra, Alejandra Monteoliva, quien asumirá el mando del Ministerio para continuar con la política oficial en la materia.
“Le agradezco profundamente, señor Presidente, la confianza y el respaldo para sostener y ejecutar la doctrina de seguridad y orden que hoy prevalece en el país”, escribió la funcionaria en X al compartir su texto de renuncia.
En la carta dirigida al mandatario, Bullrich recordó que “hace dos años” Milei le encomendó “la misión de conducir la Seguridad de la Nación con un mandato claro: cuidar a los argentinos, cuidar a quienes nos cuidan, enfrentar al crimen con decisión y recuperar el orden en las calles”. Según la funcionaria saliente, ese mandato marcó todas las decisiones adoptadas durante su gestión.
La ex ministra de Seguridad durante los gobiernos de Fernando de la Rúa y Mauricio Macri también confirmó que el 10 de diciembre asumirá como senadora nacional por La Libertad Avanza, donde —sostuvo— continuará defendiendo “las reformas que el país necesita” y los valores compartidos con el Presidente: “instituciones fuertes, ley, orden y un país donde los argentinos de bien puedan vivir y progresar en libertad”.
Bullrich además aprovechó la oportunidad para destacar la figura de su reemplazante y aseguró que Alejandra Monteoliva es “alguien capaz de continuar con la doctrina que hoy logró el orden en el país”. Resaltó que su “capacidad, experiencia y compromiso serán fundamentales para profundizar el camino que iniciamos”.
Con el traspaso, la cartera de Seguridad queda en manos de una funcionaria de extrema confianza del oficialismo, con el objetivo de sostener sin modificaciones la línea que marcó la gestión Bullrich desde el inicio del gobierno de Javier Milei.
