El presidente Javier Milei confirmó que Argentina avanza en la compra de submarinos y buques de patrullaje marítimo a Francia, en el marco de un acuerdo que busca recuperar la capacidad submarina perdida por la Armada Argentina desde el hundimiento del ARA San Juan (S-42).
El mandatario reveló la negociación en una entrevista con el medio francés Public Sénat, donde destacó el buen vínculo con su par Emmanuel Macron: “Terminamos de tener una excelente relación con Francia. Estamos comprando submarinos y unos buques para patrullar las costas”, señaló.
Fuentes oficiales confirmaron que los contactos entre ambos gobiernos se encuentran avanzados, aunque aún no existe un plazo definido para la firma del convenio. Según trascendió, el entendimiento incluiría condiciones de pago excepcionales, ya que Francia aceptaría que el Estado argentino abone las unidades una vez finalizada su fabricación, un esquema de pago contraentrega inusual en la industria naval militar.
En el presupuesto 2025 —que no llegó a sancionarse— se había contemplado un crédito por USD 2.310 millones destinado al programa “Recuperación Submarina”. Con el nuevo esquema de financiamiento, esa partida podría ser reprogramada, facilitando la concreción de la operación sin comprometer recursos inmediatos.
El acuerdo se inscribe en una relación estratégica en ascenso entre Buenos Aires y París, que en el último año incluyó reuniones bilaterales, la visita de Macron a la Casa Rosada y la firma de una Alianza Estratégica en Minerales Críticos. En ese contexto, el ministro de Defensa Luis Petri y el embajador argentino en Francia, Ian Sielecki, mantuvieron sucesivos encuentros con autoridades y directivos del grupo naval francés Naval Group, fabricante del modelo Scorpène, uno de los más modernos de su tipo.
Francia no es ajena a la región: la misma compañía cerró recientemente un contrato por más de 500 millones de euros con la Marina de Brasil para el desarrollo de una planta experimental vinculada a su programa de submarinos de propulsión nuclear.
En el caso argentino, el interés por recuperar la flota submarina tiene un fuerte componente estratégico. Actualmente, el país no dispone de ningún submarino operativo. El ARA Santa Cruz permanece en reparación en los astilleros de Tandanor sin fecha prevista de salida, mientras que el ARA Salta se encuentra amarrado en Mar del Plata y se utiliza únicamente con fines de adiestramiento.
“Recuperar la capacidad submarina es uno de los grandes desafíos que tenemos, no solo como gestión sino como país. No hay arma más disuasiva que un submarino en una fuerza armada”, había afirmado Petri en 2024, al anticipar las negociaciones.
En paralelo, el Gobierno también evalúa la adquisición de nuevos buques patrulleros. Aunque Milei no brindó precisiones sobre el modelo, se estima que las operaciones estarán orientadas a reforzar la flota de la Prefectura Naval Argentina, tomando como antecedente la compra de cuatro buques OPV Clase Gowind firmada con Francia años atrás.
Con esta operación, el Ejecutivo busca reposicionar a las Fuerzas Armadas argentinas en materia de control marítimo y defensa estratégica, en un escenario en el que Brasil, Chile y Perú mantienen las flotas submarinas más activas de la región.
