El Gobierno nacional se prepara para anunciar este jueves un dato que podría marcar un nuevo hito en su estrategia de estabilización económica: si el Índice de Precios al Consumidor (IPC) de mayo se ubica por debajo del 2% mensual, será la inflación más baja desde julio de 2020, en plena pandemia de coronavirus, y la más baja fuera del contexto de cuarentena desde enero de 2018.
La expectativa surge tras la publicación del dato de inflación de la Ciudad de Buenos Aires, que impulsó a varias consultoras privadas a revisar sus proyecciones a la baja. Según estimaciones de Equilibra, Adcap y Romano Group, la inflación nacional de mayo se ubicaría entre 1,7% y 1,9%.
De confirmarse este escenario, el Gobierno podría mostrar una reducción interanual significativa: en mayo de 2024, el IPC había sido del 4,2%. En abril de este año, la inflación fue del 47,3% interanual, por lo que el dato de mayo podría reforzar la tendencia de desaceleración sostenida.
En el marco del Madrid Economic Forum, el presidente Javier Milei se refirió a la dinámica inflacionaria. “Este mes se prevé que baje del 2 por ciento. Para el año próximo, la inflación en la Argentina será un hecho del pasado”, afirmó. El mandatario también destacó la apertura del cepo cambiario y la estabilidad del dólar como factores clave en el proceso desinflacionario.
Proyecciones a corto y mediano plazo
Los analistas que participan del Relevamiento de Expectativas de Mercado (REM) del Banco Central también compartieron sus previsiones. Para mayo proyectan una inflación del 2,1%, mientras que para junio el índice podría ubicarse en 1,9%. Además, se espera que la inflación mensual se mantenga por debajo del 2% al menos hasta noviembre, con estimaciones del 1,8% para julio, y 1,7% para agosto, septiembre y octubre. Para noviembre, la cifra proyectada desciende hasta el 1,6%.
A nivel anual, los pronósticos indican que la inflación cerraría 2025 con una variación del 28,6%, una caída de casi 90 puntos porcentuales frente al 117,8% registrado en 2024.
Junio: señales mixtas pero tendencia bajista
En los primeros días de junio, los relevamientos privados mostraron datos mixtos pero contenidos. Según Equilibra, la inflación general de la primera semana del mes fue del 1,3%, impulsada principalmente por aumentos en bienes regulados como energía, tabaco y transporte público. No obstante, la inflación núcleo mostró una leve baja: 1,1% semanal, con alimentos y bebidas subiendo un 0,7%.
En la misma línea, la consultora Analytica informó una suba semanal del 0,7% en alimentos y bebidas en el Gran Buenos Aires, y proyectó un IPC general de junio del 1,9%.
El economista Federico Filippini también estimó un dato de 1,9% para junio, aunque advirtió que persisten “riesgos sesgados a la baja” en un contexto de menor presión tarifaria, estabilidad cambiaria y arrastre estadístico favorable.
Inflación esperada y expectativas del mercado
El análisis de las curvas de mercado refleja que las expectativas de inflación a 12 meses se sitúan en torno al 18%, un nivel moderado que marca una diferencia sustancial respecto al escenario inflacionario de los últimos años. Este dato no solo impacta en la confianza de consumidores e inversores, sino que también actúa como referencia para el mercado de deuda en pesos y para la política monetaria del BCRA.
Con estos datos, el Ejecutivo apuesta a consolidar su narrativa de desinflación sostenida, en un año en el que los resultados económicos se transforman en un eje central del debate político.
