El presidente Javier Milei tomó juramento este martes a Diego Santilli como nuevo ministro del Interior, en una ceremonia breve pero cargada de significados políticos. El acto se realizó en el Salón Blanco de la Casa Rosada y marcó el desembarco formal del exvicejefe de Gobierno porteño como articulador clave entre la gestión libertaria y los gobernadores.
Con la presencia de dirigentes, intendentes y legisladores del PRO, la jura tuvo un tono familiar y austero. “Por Dios, la Patria y los Santos Evangelios”, pronunció Santilli al asumir la cartera. Entre los asistentes estuvieron los jefes de bloque del PRO en Diputados y el Senado, Cristian Ritondo y Enrique Goerling Lara, junto a intendentes del espacio, en un evento que dejó en evidencia la fuerte presencia del macrismo en la estructura libertaria.
Milei y Santilli sellaron el acto con un abrazo, gesto que simbolizó el intento del oficialismo por consolidar un frente político más amplio de cara a las negociaciones que se avecinan en el Congreso de la Nación Argentina.
Un funcionario pragmático para un escenario complejo
“Estoy muy contento con la designación. Ya habiendo jurado, es momento de ponerse a trabajar”, afirmó Santilli tras el acto. Minutos después, mantuvo reuniones con el jefe de Gabinete, Manuel Adorni, para definir la nueva estructura del ministerio. Según adelantó, su prioridad será “avanzar con las reformas estructurales” antes que la designación de cargos.
Hábil para mantener equilibrios, el flamante ministro evitó pronunciarse sobre la deuda que Nación mantiene con la Ciudad de Buenos Aires por fondos de coparticipación, tema que horas antes había enfrentado a Jorge Macri con Luis Caputo. “Somos un equipo. El Gobierno siempre cumple sus compromisos”, se limitó a decir.
Reacomodamiento interno y señales al PRO
El decreto 794/2025 oficializó su nombramiento, que llegó con la tarea central de tender puentes con los gobernadores para lograr consensos en torno al Presupuesto 2026. La agenda de Santilli comenzó de inmediato: recibió en su despacho a los mandatarios de Chubut, Catamarca, San Juan y Córdoba.
Su primera gira federal comenzará en Entre Ríos, donde se reunirá con Rogelio Frigerio, y continuará por Mendoza, Chaco, San Luis y nuevamente Buenos Aires.
En Uspallata destacan que el nuevo ministro “entiende la lógica política y el federalismo” mejor que otros funcionarios libertarios. La presencia de Santilli, cercano a Mauricio Macri, busca también recomponer los puentes entre el PRO y la Casa Rosada luego de meses de tensión.
Gobernadores: apoyo con condiciones
Los primeros gestos fueron mixtos. Mandatarios como Marcelo Orrego y Raúl Jalil respaldaron la designación y prometieron colaboración, mientras que otros, como Ignacio Torres y Martín Llaryora, reclamaron cambios en la distribución de fondos y en la redacción del Presupuesto.
“Hay una actitud diferente del Gobierno hacia los sectores sociales. Ahora esperamos que eso se vea reflejado en el Presupuesto”, señaló Llaryora tras la reunión.
El propio Santilli reconoció que el debate por la coparticipación será inevitable, aunque advirtió que dependerá de Hacienda. En las próximas semanas planea reunirse con Caputo para analizar la situación y definir una hoja de ruta común.
Un rol estratégico
La llegada del “Colo” Santilli representa algo más que un recambio ministerial: es una apuesta del presidente por fortalecer el diálogo político y asegurar gobernabilidad en el Congreso. En un contexto donde el oficialismo necesita construir mayorías parciales, su figura —con pasado en la gestión porteña y vínculos con gobernadores e intendentes— aparece como una pieza clave para sostener la agenda de reformas del Gobierno nacional.
