El Gobierno nacional evita convocatorias formales a los gobernadores mientras profundiza los gestos hacia mandatarios aliados y apuesta a fracturar el bloque de reclamos provinciales. La estrategia oficial avanza en paralelo al despliegue territorial de gobernadores y de la vicepresidenta Victoria Villarruel, que multiplica su exposición en distritos gobernados por el peronismo.
Tras la media sanción en el Senado de proyectos clave impulsados por las provincias —como la redistribución de los Aportes del Tesoro Nacional (ATN) y la coparticipación del impuesto a los combustibles—, la Casa Rosada decidió capitalizar el receso invernal y evitó nuevas cumbres multilaterales. En su lugar, ensaya una táctica de acercamiento selectivo con gobernadores proclives a sellar acuerdos electorales con La Libertad Avanza de cara a las legislativas de octubre.
En esa línea, mandatarios como Rogelio Frigerio, Alfredo Cornejo y Leandro Zdero mantienen una agenda activa en la Ciudad de Buenos Aires. Los tres participaron recientemente de reuniones en despachos oficiales y se perfilan como socios estratégicos del oficialismo. En paralelo, el santacruceño Claudio Vidal se mostró junto al ministro del Interior Guillermo Francos durante la firma de un acuerdo con la empresa china Gezhouba para reactivar obras energéticas en la provincia.
La expectativa del Ejecutivo es doble: atraer respaldos legislativos y diluir la cohesión del frente provincial. “Están jugando a ver si pueden quebrar el bloque”, admitieron desde un distrito que apoya los proyectos que ahora esperan tratamiento en Diputados. Mientras tanto, la posibilidad de una nueva cumbre en el Consejo Federal de Inversiones quedó en suspenso.
Del otro lado, los gobernadores refuerzan sus vínculos bilaterales. Este lunes, el cordobés Martín Llaryora recibió a su par catamarqueño Raúl Jalil, con quien compartió críticas al rumbo de la gestión libertaria. “La integración regional es fundamental para el desarrollo”, expresó Llaryora, aludiendo a la disolución de organismos nacionales como Vialidad Nacional, el INTA y el INTI.
Este martes, la agenda norteña se activó en Tucumán, con la presencia del gobernador anfitrión Osvaldo Jaldo y sus pares de Salta, Gustavo Sáenz, y de Jujuy, Carlos Sadir, en un encuentro centrado en la producción de bioetanol. Sáenz advirtió que “no se concibe un país al que le vaya bien con provincias a las que les va mal” y reclamó mayor sensibilidad federal. “De una vez por todas nos tenemos que poner firmes”, afirmó.
En ese marco de pulseadas y reconfiguración territorial, la vicepresidenta Villarruel también alimenta su perfil con recorridas por el interior. Tras su participación en el acto por el Día de la Independencia en Tucumán —al que Javier Milei decidió no asistir—, sumó visitas a Catamarca y Santiago del Estero, donde fue recibida por el gobernador Gerardo Zamora. Su despliegue refuerza las especulaciones sobre un eventual distanciamiento de la línea dura del Ejecutivo.
Mientras los acuerdos legislativos se cuecen a fuego lento, el tablero político exhibe una disputa más amplia: la redefinición del federalismo fiscal y del poder territorial en la era Milei.
