El peronismo cerró las alianzas para presentar las listas nacionales en los 24 distritos del país, aunque con la certeza de que, probablemente, perderá legisladores en el próximo recambio parlamentario. La unidad, alcanzada en varios frentes, quedó opacada por la decisión de Juan Grabois de no sumar su partido, Patria Grande, a la coalición nacional Fuerza Patria, y mantener abierta la posibilidad de competir por fuera en la provincia de Buenos Aires.
El dirigente social cuestiona la conformación de la lista bonaerense de diputados nacionales y rechaza avalar una eventual candidatura de Sergio Massa. Pretende encabezar la nómina y, de no lograr un acuerdo antes del 17 de agosto —fecha límite para la presentación de candidatos—, lanzará su propia lista. La jugada, que no cuenta con el visto bueno de Cristina Fernández de Kirchner, tensó la interna y dejó al descubierto las diferencias dentro del oficialismo.
En diez provincias, el peronismo optará por sellos propios y no usará la marca nacional Fuerza Patria: Formosa, Tucumán, La Rioja, San Juan, San Luis, Mendoza, Chubut, Santa Cruz, Entre Ríos y La Pampa. La decisión refleja la intención de varios gobernadores de marcar autonomía respecto de la conducción kirchnerista y mantener control sobre el armado local. En el resto del país, incluido Buenos Aires, se utilizará el sello acordado por Axel Kicillof, Massa y los Kirchner.
El escenario provincial muestra realidades diversas: acuerdos de unidad en territorios como Catamarca, pese a las tensiones previas, y retornos al ruedo electoral de figuras como Juan Manuel Urtubey en Salta y Jorge Capitanich en Chaco. Otros nombres fuertes, como Juan Schiaretti en Córdoba y Juan Manzur en Tucumán, buscarán incidir en sus distritos.
Sin una campaña nacional unificada, la estrategia peronista se apoyará en el liderazgo territorial de gobernadores y dirigentes locales para contener fugas y enfrentar el avance de La Libertad Avanza. La elección del 26 de octubre será un termómetro clave para medir el peso real del peronismo y su capacidad de reorganizarse con la mirada puesta en 2027.
